Seguramente más de una vez te haya pasado salir de la piscina con los ojos irritados. Quizás incluso, después de pasar mucho rato, hayas sentido que la piel comienza a picar. Ciertamente no es el agua la que produce estos efectos en nuestro cuerpo, sino que el responsable es un compuesto químico agregado como desinfectante: el cloro. Durante este artículo te invitamos a que tengas en mente esta cuestión: ¿regarías tus plantas con el agua de tu piscina?
¿Por qué se añade el cloro al agua?
El cloro es un compuesto que se añade al agua bajo la forma de hipoclorito de sodio. Este se disuelve y actúa destruyendo la membrana de las bacterias. En las piscinas municipales, debido a la gran cantidad de bañistas que puede haber, las cantidades de cloro suelen ser elevadas. Además, el hecho de que con el calor las bacterias se multipliquen, motiva en muchos casos el incremento de las cantidades utilizadas. Si bien, en ese contexto esto puede ser necesario para mantener la calidad bacteriológica, ¿nos hemos puesto a pensar en cómo el cloro puede afectar a nuestra salud? Después de todo, no está solo en las piscinas, sino en toda la red de agua corriente.
Así como en las piscinas es necesario mantener al agua limpia y libre de bacterias, también esto se hace con el agua de red. Es la última parte del proceso de purificación y gracias a su efecto residual, asegura que mientras fluye por conductos subterráneos o se acumula en un gigantesco depósito, no se forme moho o se contamine por organismos patógenos. Pero si sentimos sus efectos con solo estar un rato en la piscina, ¿cómo nos afecta el agua con cloro en nuestro día a día?
Efectos del cloro en la salud
El cloro tiene un efecto fuertemente irritante, y aún en concentraciones relativamente bajas, puede tener consecuencias negativas. El contacto con la piel y los ojos produce irritación, ardor y comezón. Si se inhala cloro puro es altamente tóxico: causa dolor en el pecho, vómitos, tos y alteraciones de la respiración. Si bien se encuentra en cantidades considerablemente reducidas y relativamente seguras para el consumo humano, incluso dentro de las cantidades permitidas, puede ocasionar daños en la piel y las vías respiratorias.
El cloro en el cultivo
Para los cultivadores, el agua con cloro también representa un problema. El cloro no discrimina entre los microorganismos nocivos y los microorganismos beneficiosos: simplemente mata toda la vida microscópica.
Para las plantas, sin embargo, mucha de esa vida es esencial ya que enriquece al sustrato e interactúa con la planta para que esta absorba mejor los nutrientes. Los principales de estos microorganismos son las micorrizas, unos hongos que viven en simbiosis con las raíces y les permiten no solo mejorar su absorción, sino que también las mantienen libres de patógenos y protegidas contra posibles invasiones. También las hacen más resistentes ante condiciones ambientales adversas.
Los abonos orgánicos
Los abonos orgánicos son ricos en esta vida microscópica, pero todo este aporte es completamente inútil si se riegan las plantas con agua clorada. Como hemos mencionado anteriormente, el cloro no es selectivo, mata todo por igual. Por eso, es todavía más importante no regar con agua con cloro cuando se utilizan insecticidas o pesticidas ecológicos, bio-estimulantes, protectores fúnguicos o bio-fertilizantes. La presencia del cloro en el agua de riego puede disminuir severamente la cosecha. Además, vuelve inservibles a los productos orgánicos que se utilicen en el cultivo o, en el mejor de los casos, afectar negativamente al sabor, aspecto y cualidades nutricionales del producto de cultivo.
Instalación de un equipo de filtración
¿Cómo eliminar el cloro en el agua?
Conscientes del problema que el cloro en el agua puede representar, muchos optan por dejar recipientes con agua con cloro al sol durante 24 horas, confiando en que dado que el cloro es volátil este se evaporará. Pero ¿qué tan seguro puede estarse de que esto es así? Sin una medición fiable, de laboratorio, es imposible saber a ciencia cierta que el cloro se ha ido, corriendo el riesgo de utilizar agua con cloro de todas formas.
¿Por qué, entonces, no utilizar un sistema fiable para eliminar el cloro? Lo mejor es filtrar el agua por un filtro de Carbón Activo en bloque, que además reduce o elimina otros contaminantes que puedan haber presentes en el agua.
En GrowMax Water todos nuestros equipos incluyen filtros de carbón en bloque de alta capacidad. Estos filtros están fabricados utilizando un carbón de coco de alto rendimiento, con más micro-poros que otros tipos de carbón. Consiguiendo un filtro único y con mayor capacidad de absorción que cualquier otro filtro del mercado.
Además, en consonancia con nuestro compromiso con la protección del medio ambiente, el carbón de coco de alto rendimiento de nuestros equipos está elaborado mediante un proceso patentado que reduce las emisiones de gases.
Nuestra gama de sistemas de filtración elimina hasta el 99% del cloro, al tiempo que brinda suficiente caudal de agua para su uso en el riego diario. Disponemos de cuatro modelos, cuyos caudales de agua son desde 240 L/h el más pequeño, hasta los 2.000 L/h.
Para concluir: el cloro puede ser necesario hasta que llega a tu casa, pero debes eliminarlo para tener una mejor calidad de agua para tí y para tu cultivo. ¡Tu cosecha te lo agradecerá!