Con una EC alta, el agua contiene una elevada cantidad de calcio y magnesio, que junto con las dosis de nutrientes que añadimos, pueden bloquear o saturar las raíces de nuestras plantas. Este efecto es conocido como un exceso de nutrientes en las plantas o “Nutrient Lockout”.
Efectos del exceso de nutrientes en las plantas
Como consecuencia a un exceso de nutrientes en las plantas, estas mostrarán síntomas como hojas más amarillas, un crecimiento más lento, o incluso pueden llegar a morir, ya que al estar las raíces bloqueadas, no estarán absorbiendo los nutrientes necesarios.
Y es que nuestras plantas necesitan para crecer calcio y magnesio, pero en las cantidades adecuadas. Estos minerales, que sirven de nutrientes para los cultivos, los encontramos disueltos en el agua, el problema es que no podemos saber en qué medida. Solamente podemos medir el conjunto de minerales disueltos mezclados, mediante la electro-conductividad (EC), pero sin especificar la cantidad concreta de cada uno.
Si el agua tiene una EC elevada y además le añades calcio y magnesio, lo más probable es que las raíces se bloqueen por un exceso de nutrientes, y por lo tanto, no puedan seguir absorbiendo más alimento.
Osmosis inversa para evitar el exceso de nutrientes en las plantas
Para evitar estos problemas, los cultivadores prefieren empezar a regar con agua pura (limpia de sales y minerales disueltos). De esta forma saben exactamente la cantidad de nutrientes que les pueden dar a las plantas.
Tengamos en cuenta que las plantas pueden llegar a admitir hasta un 1,4 o hasta 2,2 de EC, según su genética y fase del cultivo. Cuanto más elevada sea la EC de tu agua, menos nutrientes podrás añadir al cultivo. Por ejemplo, si el agua con la que riegas tiene una EC de 1,0 solamente podrás añadir nutrientes hasta 0,4 o 1,2 para alcanzar los niveles máximos. No obstante, si empiezas con un agua pura de 0,2 o incluso 0,0 EC, podrás añadir a tus plantas la cantidad exacta de nutrientes que necesitan.
Con un sistema de osmosis inversa garantizarás que tu agua esté libre de sales y metales pesados hasta en un 95%, y libre de cloro hasta un 99%, evitando así los problemas de un exceso de nutrientes.