Filtros de agua para cultivos hidropónicos y el riego de plantas y jardines

LA SAL EN LA DIETA DE TUS PLANTAS
Publicado 2 enero, 2020

¿No es la sal algo malo para las plantas? Como jardineros y cultivadores, somos muy conscientes del daño que puede causar el suelo o el agua excesivamente salada. Sin embargo, adivina cuánto tiempo podría vivir una planta sin sal. La respuesta no es muy larga…

Una planta sólo puede absorber un nutriente cuando ese nutriente está en forma de sal iónica. Esto se debe a que ha de existir un potencial de membrana (positivo versus negativo) para proporcionar la energía y lograr mover el nutriente hacia el citoplasma celular.

Por lo tanto, la administración adecuada de nutrientes es necesaria para el crecimiento saludable de las plantas. Saber cómo se equilibran estos factores contribuirá en gran medida a mantener un cultivo saludable.

LA SAL Y EL NITROGENO

Veamos un nutriente orgánico; usaremos cómo ejemplo el nitrógeno. Las plantas necesitan nitrógeno para producir el crecimiento foliar (entre otras cosas). Sin embargo, los sistemas de raíces no pueden absorber nitrógeno de manera directa.

En el estiércol de pollo, aproximadamente el 80% del contenido de nitrógeno es orgánico y debe mineralizarse o convertirse en amonio o nitrato para estar disponible para la absorción de la planta. Para algunas formas de nutrientes, este proceso suele tardar hasta un año. Se requiere tiempo, temperatura y bacterias para realizar la conversión.

Esta es la razón principal por la cual las aplicaciones de nutrientes orgánicos no sobrealimentan o queman una planta. El nutriente simplemente no está en una forma que absorben las raíces. Es después de este proceso de conversión que el nutriente se convierte en sal y queda disponible para su absorción.

BENEFICIOS DE LOS NUTRIENTES ORGANICOS

La mayoría de los nutrientes que se encuentran en los fertilizantes orgánicos aún no están en forma de sal, por lo que la planta no puede absorberlos. Entonces, ¿hay algún beneficio en esto? Sí.

Veamos nuevamente el nitrógeno. Existen diferentes procesos para convertir las fuentes de nitrógeno en forma de sal iónica, y estos coinciden con los tipos básicos de fertilizantes. El primero de estos procesos es la hidrólisis, donde el nitrógeno es convertido por el agua.

El segundo es la mineralización, donde la acción microbiana del suelo convierte la fuente de nitrógeno. La temperatura completa el proceso de mineralización. Los procesos o reacciones que deben ocurrir para que el nitrógeno esté disponible para la planta es bastante complejo.

Durante la mineralización de un nitrógeno orgánico, las bacterias, en concreto los protozoos, se ponen a trabajar consumiendo el nitrógeno y convirtiéndolo en nitratos, amonio y otros subproductos. Estos nitratos están disponibles de inmediato para la planta. Este proceso lleva tiempo y aumenta la temperatura de manera lenta, por lo que la disponibilidad de nitratos es gradual y segura.

Después del nitrógeno, el fósforo también requiere el mismo tipo de reacciones para convertirse en una sal y, por lo tanto, disponible para la absorción de la planta. Las plantas absorben principalmente fósforo como iones de ortofosfato primarios y secundarios con carga negativa.

Algunos nutrientes preparados pueden tener estos ya dentro del compuesto fertilizante, mientras que las formas orgánicas requieren que los procesos de mineralización ocurran primero. Esto nuevamente hace que la liberación de nutrientes sea más lenta.

Sal granulada

SUELO FERTIL

Durante la transformación del nitrógeno, las bacterias en el suelo, como las nitrobacterias, junto con una multitud de otras bacterias y protozoos, se alimentan continuamente. Como resultado, los microbios se multiplican y crean un suelo vivo.

La concentración de microbios en el suelo vivo puede ser asombrosa. Una cucharadita de tierra fértil puede contener 100 millones e incluso hasta 1.000 millones de bacterias. Hasta más de 60 Km de filamentos fúngicos, o hifas, también pueden estar presentes en esa pequeña muestra.

El suelo fértil es la base principal para crear el vigor y la salud de las plantas para ayudar a los cultivadores a obtener el máximo rendimiento en sus cultivos. Estos microbios retienen agua en sus células que pueden estar disponibles para la planta mas adelante. Las bacterias comen exudados de plantas como azúcares, carbohidratos y nutrientes orgánicos aplicados.

Los protozoos luego excretan nutrientes disponibles para las plantas. Los hongos beneficiosos protegen las raíces de las plantas de los patógenos y los microbios dañinos al tiempo que forman una relación simbiótica con las raíces para una mayor absorción de nutrientes.

Las micorrizas son un ejemplo de esto. Si alguna vez habéis utilizado un suelo impregnado con este hongo beneficioso, ya sabéis cuánto vigor, follaje, flor y fruto adicional se puede obtener de la planta.

En todos los casos, el proceso de mineralización construye la vida y la salud del suelo. La cantidad de beneficios de la tierra viva es abrumadora, y esta es la razón por la que muchos jardineros prefieren usar nutrientes orgánicos.

USANDO LA UREA

Al leer «nitrógeno«, en la etiqueta de tu fertilizante, puedes ver qué porcentaje del producto es nitrato, nitrógeno amónico o urea soluble e insoluble en agua.

Debido a que muchos fertilizantes usan al menos algo, si no una gran cantidad, de urea, es útil analizar esta característica. Al igual que las formas orgánicas de nitrógeno, el mecanismo de liberación de la urea es la mineralización. La urea generalmente se demora hasta un mes para estar disponible para las plantas. Sin embargo, hay varios tipos diferentes de urea y cada una tiene tiempos de liberación considerablemente diferentes.

La urea soluble en agua fría se vuelve disponible para las plantas en un par de semanas, mientras que la soluble en agua caliente se vuelve disponible en 2 o 3 meses, dependiendo de la temperatura del suelo. La urea insoluble en agua puede tardar varios años en liberarse.

Debido a que estos nutrientes pueden estar disponibles a una velocidad tan variable, se puede ver por qué es difícil saber si tu cultivo está siendo fertilizado en exceso. Se debe tener cuidado y las pruebas periódicas del suelo pueden ayudar a saber si se necesitan nutrientes adicionales. Además, siempre es mejor leer la etiqueta para conocer las características de asimilación de los nutrientes de las plantas.

LA NECESIDAD DE NUTRIENTES MINERALES EN LA HIDROPONIA

Sin embargo, hay circunstancias en las que agregar nutrientes minerales listos para la absorción a una base de nutrientes orgánicos puede tener sus ventajas.

En los casos en que una planta muestra signos de nutrición insuficiente, las fuentes de nutrientes orgánicos pueden ser demasiado lentas para corregir esta deficiencia a tiempo para evitar una reducción en varias características deseadas del cultivo. Agregar la cantidad correcta de nutrientes inorgánicos al suelo, o incluso una aplicación foliar, puede ser la solución.

En muchos fertilizantes minerales, los nutrientes que contienen pueden ser absorbidos inmediatamente por el sistema de raíces, o al menos estarán disponibles muy rápidamente. Por ejemplo, la forma de nitrato de nitrógeno que a menudo se proporciona en fertilizantes sintéticos está disponible de inmediato (lo que facilita la fertilización excesiva de una planta).

Si bien los nutrientes minerales no esterilizan el suelo en sí ni alimentan a los microbios del suelo, estos microbios aún se reproducirán y harán un buen trabajo siempre que haya nutrientes orgánicos presentes. Es solo cuando el cultivador depende únicamente de nutrientes inorgánicos que el suelo gradualmente se volverá estéril por inanición de los microbios.

Conocer la cantidad correcta y la razón correcta para agregar nutrientes minerales es la clave del éxito. Además, durante ciertas fases de crecimiento, un chorro de fósforo o nitrógeno extra puede crear varios efectos deseados. Los micro-nutrientes, aquellos que pueden agregar sabor, también pueden ser necesarios en un momento específico durante los ciclos de crecimiento y floración.

OBTENER LO MEJOR DE AMBOS MUNDOS

Al final, recuerda que el uso de formas orgánicas de nutrientes va a construir el suelo mientras alimenta a tus plantas. Esto debería ser una prioridad para cualquier cultivador. Así que trata de mantener una mente abierta sobre el uso de sales nutritivas (fertilizantes) minerales en situaciones en las que puedan beneficiar a tu cultivo.

EL CULTIVO ORGANICO
Publicado 24 octubre, 2019

¿QUE ES EL CULTIVO ORGANICO?

El cultivo orgánico es aquel en el que sólo se usan productos y mezclas naturales. No se usa ningún tipo de químicos artificiales como pueden ser pesticidas, herbicidas y fertilizantes. Se promueve la vida microbiana para cuidar y mantener la fertilidad del suelo y la simbiosis con el resto de especies que lo rodean.

Este tipo de cultivo es un sistema de producción orientado a los procesos más que a los productos en sí.

La inversión inicial hará que el coste en los diferentes pasos de producción sea más elevado que en los métodos tradicionales. A cambio, se obtiene un producto final de mayor calidad: más sabroso, nutritivo, saludable y con mayor durabilidad comestible, características por las que el consumidor final está dispuesto a hacer un mayor desembolso económico.

Para que un cultivo se pueda considerar orgánico, es imperativo el uso de agua, cuanto menos, sin cloro.

 

Cultivo hidropónico de albahaca 

DIFERENCIAS ENTRE ORGANICO Y MINERAL

Los fertilizantes minerales (no orgánicos) se obtienen básicamente a través de la combinación de diferentes sales minerales elementales crudas, mientras que los fertilizantes orgánicos, se elaboran a partir de extractos de algas y residuos de materia vegetal y animal. De ahí la diferencia de precios entre las dos gamas: el coste en las materias primas.

Otra de las principales diferencias está en la relación entre la cantidad y la calidad del producto final. Los fertilizantes minerales suelen aumentar las cosechas reduciendo la calidad. Lo contrario ocurre, casi siempre, con los fertilizantes orgánicos: mayor calidad, pero menor producción. Casi siempre, porque a día de hoy, podemos afirmar que es un mito.

Con el uso de sistemas hidropónicos, las nuevas fuentes de iluminación LED y técnicas avanzadas como SOG, SCROG, LST, la robotización y el uso del big data, se ha pasado a un aumento drástico de la cantidad, manteniendo la calidad o incluso aumentándola; potenciando, sobre todo, los aromas y sabores.

PESTICIDAS

Los pesticidas son otra área que generalmente confunde a las personas cuando se trata de cultivos orgánicos. Orgánico no significa que no puedas usar pesticidas. Hay una variedad de pesticidas orgánicos para contrarrestar todo, desde mosquitos hasta hongos polvorientos que no son tóxicos y no dejan residuos que afecten al olor o al sabor (lucha bacteriológica).

Los pesticidas orgánicos también son seguros debido a tener unos cortos plazos de seguridad. Estos «plazos de seguridad» se refieren al tiempo necesario después de una aplicación antes de que las personas puedan consumir los frutos de forma segura.

Hay pesticidas orgánicos que también se pueden aplicar hasta días antes o incluso el mismo día de la cosecha, mientras que con los no orgánicos es probable que tengan un plazo de seguridad de días o incluso hasta semanas, lo que aumenta el intervalo de pre-cosecha de semanas a meses.

Los pesticidas orgánicos son efectivos y seguros, ya que han desaparecido totalmente de la planta en el momento de su consumo.

LA MATERIA ORGANICA ES MEJOR

La principal razón de por qué la materia orgánica es mejor es debido al aumento de la bio-disponibilidad de los nutrientes. Los nutrientes orgánicos son el sustento más parecido a lo que las plantas pueden encontrar en la naturaleza. Son absorbidos más fácilmente por la planta, lo que, en definitiva, resulta en una mayor bio-disponibilidad.

La razón de esto es que cuando una planta crece en un entorno natural, los elementos vegetales y los restos de materia animal que se descomponen para proporcionar alimentos, son transformados por los hongos y microorganismos beneficiosos del suelo. Los nutrientes minerales no son tan amigables con este medio y como resultado se obtendrá un suelo que no contenga ni microorganismos ni hongos beneficiosos, una parte extremadamente vital durante el ciclo de crecimiento. Además, el cultivo orgánico fomenta el crecimiento de estos microorganismos y hongos beneficiosos, que, a su vez, metabolizan los elementos crudos en una forma más fácilmente absorbible por la planta.

Habrá cultivadores que tratarán de complementar los cultivos no orgánicos con microorganismos beneficiosos. Sin embargo, el simple hecho de la variación en el pH de los nutrientes minerales, es suficiente para matarlos, lo que les deja sin microorganismos beneficiosos adicionales.

MICROORGANISMOS Y HONGOS BENEFICIOSOS

El uso de microorganismos y hongos beneficiosos en un cultivo orgánico, también es prácticamente obligatorio, aunque no imprescindible. Sustancias como las micorrizas, el humus de lombriz y el guano de murciélago (entre otras), deben ser componentes esenciales a la hora de crear un suelo fértil.

MICORRIZAS

Las micorrizas son un tipo beneficioso de hongo que crece en asociación con las raíces de las plantas. A diferencia de la mayoría de los tipos de hongos, la micorriza es beneficiosa para las plantas. Como consecuencia, se usan para mejorar el suelo y potenciar el crecimiento.

Las micorrizas establecen una relación simbiótica con las raíces de la mayoría de las plantas. Después de entrar en las raíces, las conectan entre sí enviando sus filamentos (también conocidos como hifas) y aumentan la profundidad de absorción. A cambio, las plantas proporcionan glucosa a las micorrizas.

HUMUS

El humus es el material orgánico que hay en el suelo. No es una forma de sustrato, sino el compostaje de los restos descompuestos de hojas, hierba y otra materia orgánica contenida en el suelo. Es altamente nutritivo y rico en minerales y microbios vitales para el crecimiento saludable de las plantas. También tiene la propiedad de retener el 80-90% de su propio peso en humedad.

La materia orgánica cruda atrae microorganismos que se alimentan de ella y la descomponen, convirtiéndola en humus. También se puede crear artificialmente mediante el uso de un sistema de compostaje casero, mezclando con tierra de jardín para proporcionar un lecho fértil.

GUANO

El guano es la materia fecal de los murciélagos y se utiliza como fertilizante, aportando nutrientes y minerales esenciales durante toda la vida de las plantas. Se encuentra frecuentemente en cuevas y debe envejecer durante largos períodos de tiempo antes de poder ser usado.

El guano puede ser más costoso, pero es uno de los fertilizantes naturales más potentes dado su alto contenido en fósforo, nitrógeno y potasio. También contiene una gran cantidad de micronutrientes que impulsan el crecimiento de las plantas.

Se puede adquirir en varios formatos diferentes, ya sea en forma líquida, similar al té, o en forma seca, de polvo, más adecuado para trabajar con el sustrato del jardín.

Vegetales listos para consumir

EL CULTIVO VEGANO

Para maximizar la bio-disponibilidad de nutrientes, el cultivo vegano es una muy buena opción… por no decir la óptima y mejor. A medida que los cultivadores buscan los métodos más naturales para cultivar cannabis, es mayor la tendencia a trabajar con estas técnicas.

El cultivo vegano redefine la simpleza y no utiliza productos animales para maximizar la absorción de nutrientes. Lo crea a través de la promoción de un hábitat lo más parecido a la naturaleza en el que los hongos y los microorganismos beneficiosos prosperan libremente.

El cultivo vegano gira en torno al uso de compost y tés de compost para enriquecer el suelo. Las sobras de hierba, vegetales, hojas de cannabis o de cualquier otra materia verde, se descompondrán con el tiempo, lo que permite que un montón de compost forme un lodo negro en la parte inferior. A medida que se descompone, el compost se convierte en el hogar de un mundo de insectos, larvas y hongos.

Los defensores del cultivo vegano afirman que la bio-disponibilidad de los nutrientes es del 100%. Gracias a los microorganismos y hongos beneficiosos, este aumento masivo en la absorción de nutrientes se traduce en hojas más verdes, cogollos más densos, mejores aromas y un sabor libre de residuos dejados por los desechos animales en el cultivo orgánico típico. El simple hecho del cambio en este aumento en la absorción de nutrientes ya hace que valga la pena experimentarlo.

ENTONCES,¿ES MEJOR LO ORGANICO?

La respuesta es corta y contundente: sí y sin ninguna duda. Llegados a este punto, lo importante aquí es comprender y planificar las necesidades y posibilidades de cada un@.

Resumiendo: los fertilizantes minerales son más baratos y actúan, pero no son tan efectivos como los orgánicos. Si lo que se busca es producir cantidades comerciales de cannabis, la producción orgánica será costosa y más difícil de implementar; sin embargo, para un auto-cultivador, el orgánico es el camino en el que adentrarse.

MICROORGANISMOS BENEFICIOSOS EN LAS PLANTAS
Publicado 20 julio, 2016

Los microorganismos beneficiosos son una parte fundamental del suelo y de la alimentación de las plantas, y la esencia de los abonos orgánicos. Pero existe un enemigo para ellos: el cloro.

Estos diminutos organismos son especialmente importantes en el mantenimiento del ciclo de regeneración y nutrición del suelo. Su tamaño no debe engañarnos, ya que influyen directamente en la alimentación de las plantas, transformando los minerales de la tierra en comestibles para ellas. Además, los microorganismos beneficiosos del suelo no se encuentran sólo en los bosques o jardines, sino también en los sustratos, tierras y abonos que utilizamos para nuestras macetas y cultivos en casa.

Bacterias y hongos en las plantas: microorganismos beneficiosos mutuos

Dos tipos de microorganismos beneficiosos del suelo son las bacterias y hongos, que crecen cerca de las plantas para poder alimentarse de la materia verde de éstas, al mismo tiempo que ayudan a las plantas a conseguir el alimento que necesitan. En definitiva, se benefician mutuamente.

efectos microorganismos beneficiosos plantasLas bacterias son la forma de vida más primitiva del planeta, y su forma puede dividirse en tres categorías: esférica, en barra o espiral. Junto con los hongos, son los principales descomponedores de materia orgánica, por eso tienen un papel tan destacado en el ciclo del suelo. Y es que cuando las bacterias descomponen la materia orgánica de la tierra para alimentarse, ingieren componentes de carbono orgánico, nitrógeno y otros nutrientes. Cuando la bacteria muere, estos nutrientes se quedan en la tierra y se convierten en elementos asimilables para las plantas. Es el proceso que se conoce como mineralización.

Otro ejemplo de microorganismo beneficioso son las micorrizas, un tipo de hongo que los cultivadores incluyen en los abonos para proteger las raíces de las plantas frente a posibles enfermedades y para garantizar una mejor absorción de nutrientes. De forma natural, las micorrizas y las plantas mantienen una relación de simbiosis, ya que se benefician mutuamente para conseguir alimento.

Además de influir en la alimentación de las plantas, los microorganismos beneficiosos se utilizan también para acabar con determinadas plagas. Mediante los llamados Extractos de Microorganismos, como Bacillus Thuringiensis para matar gusanos, o Oidio Prot para eliminar el Oidio de las hojas, los cultivadores protegen a las plantas de diversas patologías.

Abonos orgánicos y microorganismos beneficiosos

Los cultivadores conocen la importancia de los nutrientes para las plantas. Un sustrato rico en nutrientes asimilables por ellas y que estimule su crecimiento es básico, por eso utilizan los abonos o fertilizantes de calidad.

Los microorganismos beneficiosos son una parte fundamental de los abonos orgánicos. Estos compuestos ayudan a mejorar el sustrato, enriqueciéndolo, y aumentan la acción de los microorganismos beneficiosos, que transformarán mejor y más rápido la materia orgánica en elementos comestibles para las raíces de las plantas.

El cloro, el enemigo

No obstante, a pesar de los beneficios que comportan estos microorganismos del suelo, existe un enemigo para ellos… El cloro, y especialmente en verano, cuando a las redes de agua municipales se añade más cloro para contrarrestar los efectos del calor. Y es que con el calor aumenta la posibilidad de proliferación de virus y bacterias en el agua, y para eliminarlas, el cloro es el químico más efectivo.

De igual manera que el cloro elimina las bacterias del agua que podrían afectar al cuerpo humano, regar con agua clorada también puede matar a los microorganismos beneficiosos que conviven con la planta, y que encontramos en cualquier suelo en el que cultivemos, ya sea en maceta o tierra.

Por ello, la mejor forma de proteger los efectos de los microorganismos beneficiosos en nuestras plantas es eliminando el cloro del agua. Además evitaremos que éste queme las raíces y protegeremos los abonos.

Para conseguir un agua sin cloro, se utilizan los cartuchos de carbón activado en bloque de alta capacidad, los cuales están incorporados en todos nuestros sistemas de tratamiento de agua, diseñados exclusivamente para hidroponía y jardinería.

Ahora que conoces mejor los efectos de los microorganismos beneficiosos ¿seguirás regando con agua con cloro?