Filtros de agua para cultivos hidropónicos y el riego de plantas y jardines

COMO ESTABILIZAR LOS NIVELES DE PH DEL AGUA PARA REGAR
Publicado 28 noviembre, 2016

El pH indica el grado de acidez o de alcalinidad del agua a partir del cálculo de la concentración de iones de hidrógeno. Los ácidos fuertes tienen altas concentraciones de iones de hidrógeno, y los ácidos débiles tienen concentraciones bajas. Las plantas, como las personas, tienen variaciones de pH, pero sin el valor adecuado pueden verse expuestas a problemas de salud como plagas o virus, que influirán en su correcto crecimiento. Estabilizar los niveles de pH del agua, nos ayudará a obtener unas plantas más sanas y fuertes.

Para entender el pH es importante tener en cuenta la acidez. La cual determina la capacidad de absorción y solubilidad de muchas sustancias nutritivas. El pH varía de 0 a 14, de manera que un agua con un valor de pH inferior a 7 se considera un agua ácida, mientras que una con un valor superior a 8, se considera un agua alcalina. Un valor de pH de 7 se considera neutro.

Niveles de pH del agua

Los niveles de pH del agua con la que regamos, alteran también el pH del sustrato. El pH del agua del grifo acostumbra a ser en la mayoría de zonas superior a 7, especialmente en los núcleos urbanos, ya que contiene más cal. El valor recomendado para cualquier tipo de cultivo, varía entre 6,5 y 7,5. Por lo que un valor mucho más bajo o elevado puede ser perjudicial para las plantas.

Con un pH demasiado bajo (por debajo de 4), y por lo tanto más ácido, las raíces de las plantas pueden quedar dañadas. Por otro lado, algunos nutrientes se disuelven más fácilmente con estos valores de pH y son absorbidos por la plantas con mayor facilidad, hecho que puede provocar un exceso de absorción de aluminio y hierro, y carencia de otros componentes esenciales como magnesio, potasio o fósforo.

Con un pH bajo, los metales pesados pueden llegar a causar necrosis a las plantas, ya que son absorbidos también en mayor cantidad.

Un agua con un pH alto también tiene efectos dañinos para las plantas, ya que con más alcalinidad, los nutrientes en general no se disuelven tan fácilmente. Esto puede provocar deficiencia de nutrientes en las plantas y por lo tanto, problemas en su desarrollo (plantas que no crecen, hojas que no llegan a salir…)

Cómo estabilizar los niveles de pH

Mediante un medidor de pH podemos medir la concentración de hidrógenos presentes en el agua. Una vez conozcamos el valor del pH que tenemos, podremos regularlo mediante determinados productos ácidos/alcalinos, los cuales añadiremos a la solución de nutrientes que les damos a las plantas.

Aunque una solución muy cómoda es usar agua osmotizada para regar ¿por qué?

El agua de ósmosis tiene un pH de 6,5 aproximadamente. Si usamos este tipo de agua, sabremos cual es siempre nuestro nivel de pH, lo que nos ayudará a la hora de regar nuestras plantas. Además de tener siempre el mismo valor de pH, tendremos un agua libre de químicos (sin cloro), sales y metales pesados, es decir, con una EC baja. Usando un agua de calidad nos garantizaremos unas plantas más sanas y protegidas de posibles enfermedades y problemas de crecimiento.

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