Filtros de agua para cultivos hidropónicos y el riego de plantas y jardines

¿QUE ES EL PH?
Publicado 18 febrero, 2020

El pH, de sus siglas en inglés, es el potencial de Hidrógeno de un líquido o disolución. Su indicación viene dada por un valor numérico dentro de un rango de 0 a 14, quedando 7 (como norma general, más adelante profundizaremos en el tema) como el valor dado para un pH neutro. Los valores con un pH inferiores a 7 son ácidos y los de valor superiores a un pH 7,  alcalinos.

 

EL PH, ESE GRAN DESCONOCIDO

Seguro que en alguna ocasión habéis escuchado a alguien decir: “el pH, ¿pero eso qué es?” o “¿medidor de qué?”, cierto?

Estamos de acuerdo en que no es uno de los temas más apasionantes de los cultivadores, pero todos los profesionales saben que el pH debe permanecer entre unos valores de 5.5-6.5 porque ciertos elementos sólo pueden ser absorbidos por las plantas en ese rango. Por ello es comprensible que a muchos cultivadores noveles se les pueda llegar a convertir en un auténtico quebradero de cabeza.

 

IMPACTO A DIFERENTES VALORES

Dado que el pH es un factor logarítmico (no se suma, se multiplica). Cuando el pH disminuye en 1 unidad, la solución se vuelve 10 veces más ácida. Y si disminuye en 2 unidades, la solución se vuelve 100 veces más ácida.

Medidor digital de pH

Lo contrario ocurre si aumentamos en 1 unidad, la solución se vuelve 10 veces más alcalina y si aumentamos en 2 unidades, se vuelve 100 veces más alcalina.

Por lo tanto, la variación de tan solo 1 unidad en el valor, puede tener un impacto en las plantas no deseado y convertirse en un auténtico desastre.

Como en este ejemplo, en el que el jardinero no quiso variar los niveles durante las diferentes etapas de la planta. Siempre mantuvo el pH a 5,5 y el resultado, ya os lo podéis imaginar…

UNA BUENA AGUA BASE

Si queremos asegurarnos que nuestras plantas absorban la mayor cantidad de elementos y nutrientes, la solución es mantener el agua de la mezcla con un pH neutro. Lo ideal es comenzar con un pH de 5.5-5.8 en la fase de crecimiento e ir aumentándolo paulatinamente a 6-6.5 en la fase de floración.

Para ello, lo recomendable es tener una buena agua base y el mejor método de conseguirlo es empezar con un agua que sea lo más pura posible. La mejor forma de lograrlo es mediante un sistema de Osmosis Inversa como tratamiento previo del agua. El cual al mismo tiempo nos ayuda a estabilizar el pH del agua.

Si utilizamos sistemas de irrigación hidropónicos o similares, también deberemos de mantener los niveles de pH de una manera constante, estable.

DIFERENTES PH’s

Además de realizarse mediciones en líquidos y soluciones, también se pueden realizar mediciones en la piel de animales y seres humanos*, frutas, vegetales, el propio suelo de un cultivo, el agua de la lluvia, agua de pozos, etc.

*El valor del pH de la piel oscila entre 4,5 y 5,9 por lo que el pH natural de la piel es ligeramente ácido y su valor óptimo es de 5,5. Además, el pH de la piel varía ligeramente según la edad, el género y el lugar del cuerpo (genitales, manos y axilas).

pH de la pielEL PH EN EL AGUA DE RIEGO

Cuando se trata del pH en el agua de riego para nuestras plantas, debemos tener en cuenta:

  • El del agua de la toma de entrada.
  • El del agua una vez agregados los fertilizantes.

 

EL PH DEL AGUA DE LA TOMA DE ENTRADA

El agua que usamos, normalmente del grifo, suele provenir de las depuradoras de las grandes urbes y ciudades. Por ello, es tratada con productos químicos convencionales para ajustarla a un nivel adecuado. Este nivel de pH adecuado puede variar en función de la época del año y sobre todo, según la zona en la que vivas.

Así que lo recomendable es que averigües cuál es el pH inicial del agua de tu grifo antes de mezclar los fertilizantes ya  que además, seguramente esta misma agua vendrá con unos valores elevados de EC.

 

EL PH DEL AGUA UNA VEZ AGREGADOS LOS FERTILIZANTES

Aquí es donde suelen venir los problemas. Partiendo de la base que no todos los fertilizantes tienen el mismo pH y que además algunos tienen valores muy altos (o bajos), es casi imposible que al realizar la mezcla del caldo de cultivo, adquieras el idóneo si no usas algún instrumento de medición y algún regulador.

 

INSTRUMENTOS DE MEDICION

Para controlar el pH no hay otro remedio que usar alguna herramienta específica. Para ello, tenemos diferentes opciones como pueden ser las tiras reactivas, los kits de gotas o los medidores digitales profesionales.

 

Tiras reactivasTIRAS REACTIVAS

Las tiras reactivas (o papel tornasol) son tiras de papel impregnadas con una sustancia química que en función del pH de la muestra con la que toman contacto cambian de color.

Las tiras de papel indicador se usan tanto a nivel de laboratorio como a nivel particular, siendo incluso usadas en los laboratorios clínicos, sobre todo para el análisis de la orina.

Kit de gotas

KITS DE GOTAS

Los kits o test de gotas son muy prácticos y económicos. Contienen un reactivo para medir el pH del agua de riego y un bote transparente donde se mide la muestra introduciendo tu agua del caldo de cultivo y añadiendo 2 gotas del líquido reactivo.

Medidor digital de pHMEDIDORES DIGITALES

Hay diferentes modelos de medidores digitales de pH disponibles en el mercado. Con un amplio rango de precios, todos ellos válidos y funcionales. También los hay que cumplen diferentes funciones como además medir la EC y la temperatura (los llamados combos) de manera constante, obligatorios para su uso mediante las diferentes técnicas hidropónicas. Para un buen uso, es indispensable seguir los consejos de cada fabricante para su correcto mantenimiento.

Medidor de pH de sueloOTROS MEDIDORES

Existen en el mercado otros medidores que sirven para controlar el pH del suelo. Diseñados para su uso directo en el sustrato, son una excelente solución para comprobar la acidez de la tierra que vayamos a utilizar para un cultivo determinado. Si eres de los que reutiliza el sustrato, este tipo de medidor no puede faltar entre tus herramientas.

 

LOS REGULADORES DE PH

Los reguladores de pH son otra herramienta imprescindible que no puede faltar en tu arsenal. Suelen estar compuestos por productos naturales y se pueden encontrar en distintos formatos como en polvo o líquido. No son muy caros y su tiempo de eficacia es casi inmediato (algunos fabricantes aseguran que en menos de 10 segundos).

                Reguladores Reguladores

Si cultiváis en orgánico aseguraos de no adquirirlos minerales, pues afectará negativamente al mantenimiento de los microorganismos beneficiosos existentes en el suelo.

 

Si queremos conseguir cosechas de calidad, un pequeño recordatorio: controlar el pH del agua es tan importante como controlar la EC.

 

LA IMPORTANCIA DE CONTROLAR LA EC DEL AGUA
Publicado 24 octubre, 2019

¿QUE ES LA EC?

La EC es la capacidad de un compuesto para conducir electricidad a partir de la cantidad de sales minerales que hay disueltas en él. De ahí la importancia de controlar la EC (electro-conductividad) del agua, ya que es un factor muy importante a tener en cuenta para cualquier cultivador o jardinero.

Las mediciones de EC se utilizan en muchas aplicaciones industriales y medioambientales para controlar el contenido disuelto en diferentes líquidos. También se utilizan ampliamente en muchas industrias como, por ejemplo, controlar la calidad de los suministros de agua potable, el agua de las calderas, en hospitales y en todas aquellas industrias que dependen de la calidad del agua.

¿QUE CONTIENE EL AGUA DEL GRIFO?

El agua del grifo contiene multitud de elementos, sales minerales, metales pesados (plomo, zinc, boro) y diferentes químicos como el cloro; si además las instalaciones de fontanería son antiguas, es muy probable que también contenga restos de cal acumulada o óxidos y sedimentos. El cloro se usa para matar todo tipo de microorganismos, hongos, bacterias, patógenos y evita la aparición de moho en aguas estancadas. Eliminar el cloro del agua es tan importante como bajar la EC.

La calidad del agua potable del lugar al cual tengamos acceso a la red es un factor tan determinante que muchas empresas tienen en cuenta una elección cuidadosa de la localización elegida a la hora de construir o abrir una nueva sede. Si las empresas y multinacionales se fijan tanto en la calidad del agua ¿por qué no hacerlo todos los cultivadores y jardineros?

Agua del grifo

DUREZA DEL AGUA

Dependiendo de la concentración en sales minerales disueltas en el agua distinguiremos entre aguas blandas y aguas duras. La diferencia principal entre la que llamamos agua blanda y dura es que en esta última existe una alta concentración de iones de calcio (Ca2+) y magnesio (Mg2+) disueltos.

Se les llama aguas blandas a aquellas cuyas mediciones no superan un rango de 70-150ppm mientras que las aguas duras son aquellas cuyo rango oscila entre 320-420ppm.

Dependiendo de la zona geográfica en la que estemos, tendremos acceso a un tipo de agua u otra ya que no en todos los lugares se usan las mismas técnicas para el tratamiento de aguas. Además, las subidas generalizadas de las temperaturas en épocas de verano estimula la proliferación y reproducción de hongos, parásitos y microbios, lo cual provoca que las dosis de cloro en la red de agua potable también sean más elevadas durante estas fechas.

¿COMO PODEMOS MEDIR LA EC?

Hay diferentes tipos de instrumentos medidores de EC disponibles en el mercado, con un amplio rango de precios, todos ellos válidos y funcionales, dependerá de los decimales que queramos que nos muestre. También los hay que cumplen diferentes funciones como además medir el pH y la temperatura (los llamados combos) de manera constante, obligatorios para su uso mediante las diferentes técnicas hidropónicas.

 

Medidor Combo Bluelab

UNIDADES DE MEDICION

La conductividad del agua se mide dentro de una cierta distancia, así que aunque la usada en el SI sea la del S (Siemens) se suelen expresar como S/cm o mS/cm.

También podemos encontrar otras unidades de medida como los ppm (parte por millón) y los TDS (de sus siglas en inglés, total de sólidos disueltos). La relación entre conductividad y sólidos disueltos vienen dadas por las siguientes igualdades:

2 μS/cm = 1 PPM

1 PPM = 640 TDS

BENEFICIOS DE BAJAR LA EC DEL AGUA

El objetivo es empezar con un agua base lo más pura posible, mejor si es 000ppm, para de este modo obtener los siguientes beneficios:

Saber en todo momento qué aditivos y en qué cantidades van a ser añadidos.

Aumentaremos la bio-disponibilidad de la planta provocando una mayor eficiencia de los fertilizantes, haciendo que estos puedan ser absorbidos de manera óptima.

Proteger, mantener y potenciar el uso de fertilizantes orgánicos, la vida microbiana y los microorganismos beneficiosos.

Si queremos preparar un agua base de calcio y magnesio con una EC de 0,3-0,4, tendremos un mayor control acerca de las cantidades necesarias.

Nos permite identificar con antelación los posibles síntomas de carencias y/o excesos de nutrientes en nuestras plantas.

Nos ayuda a proteger las raíces fortificando el sistema inmunitario frente a posibles plagas y enfermedades.

Ayuda a estabilizar el pH.

Adelantar el tiempo de recolección y aumentar la producción.

Obtener un producto final de calidad.

 

Con los equipos de ósmosis inversa GrowMax Water obtenemos agua pura, eliminando el cloro y ayudan a bajar la EC reduciendo hasta en un 95% el contenido de sales minerales, metales pesados, herbicidas, pesticidas y sedimentos. También disponemos de la gama 000ppm para crear agua ultra pura, ideal para pequeños y medianos cultivadores que quieran obtener agua limpia y de calidad.

LA IMPORTANCIA DE ELIMINAR EL CLORO DEL AGUA
Publicado 23 octubre, 2019

¿QUE ES EL CLORO?

El cloro (Cl) es un elemento químico esencial para muchas formas de vida y que no se puede encontrar en la naturaleza en estado puro. Lo suele hacer combinado con otros elementos y metales.

Es un gas tóxico de olor desagradable que, dependiendo del grado de concentración, puede provocar diferentes efectos en el cuerpo humano: desde irritaciones en ojos y garganta, tos, dolor y/o ardor en el pecho hasta neumonía y muerte.

USOS DEL CLORO

El cloro tiene un gran número de usos en aplicaciones y procesos industriales, desde la desinfección y la creación de plásticos hasta la elaboración de fármacos, insecticidas y tintes. Se emplea como desinfectante para equipos, mobiliarios, material quirúrgico y recintos hospitalarios. Aunque su uso más extendido es para eliminar bacterias, hongos, parásitos y virus en los suministros de agua potable y piscinas.

Agua de una piscina

¿COMO AFECTA SU USO?

El agua no solo constituye la mayor parte del peso de una planta y sus frutos. Además, es el principal medio por el que podemos introducir sin darnos cuenta, sustancias a nuestras plantas que no le convengan. Pudiéndolas hacer enfermar, reduciendo la cantidad y el rendimiento, disminuyendo la calidad de las cosechas y factores que afectan directamente a cuestiones tan fundamentales como son el sabor, el aroma y las propiedades nutricionales de los frutos. Es por ello que casi todos los cultivadores son conscientes de la importancia de la calidad del agua que van a usar en sus cultivos.

El cloro en al agua también puede provocar la aparición de diferentes síntomas de carencias y/o excesos de algún nutriente esencial en las hojas, como pueden ser la decoloración de las hojas más viejas volviéndolas más amarillas o haciendo que aparezcan pequeñas manchas grises-marrones.

Ya que el cloro mata todo tipo de vida microbiana, no tiene mucho sentido el utilizar microorganismos beneficiosos y/o fertilizantes orgánicos si seguimos usando el agua del grifo sin darle algún tratamiento previo. El cloro no discrimina acerca de la vida microbiana beneficiosa o maligna: las destruye todas.

BENEFICIOS DE USAR AGUA SIN CLORO

Eliminar el cloro del agua del grifo nos ayuda a controlar mejor los valores correctos dentro de los rangos adecuados de pH. No todos los elementos se asimilan con la misma eficacia, por eso se recomienda usar un rango de entre 6,0 y 7,0 ya que el valor intermedio 6,5 (que es el pH neutro), es con el que se pueden absorber los elementos nutritivos de modo amplio. Recordemos que los valores de pH suelen ir en aumento según crece la planta. En fase de crecimiento y vegetativo, empezaremos con unos valores alrededor de 6,0 y los iremos aumentando hasta valores de 6,4-6,5 hasta su fase final.

Permite aumentar la bio-disponibilidad de las plantas para obtener una mayor y óptima absorción de los nutrientes en las diferentes etapas de sus ciclos de vida.

Protegemos la tierra y los abonos orgánicos que contienen microorganismos beneficiosos, ya que estos últimos ayudan a enriquecer el sustrato, transformando mejor y de manera más rápida la asimilación de materia orgánica en alimento soluble para las plantas.

 

 

LA IMPORTANCIA DE TRATAR EL AGUA
Publicado 20 noviembre, 2018

Con el otoño llega la época del cultivo de interior, y muchos cultivadores de cannabis aprovechan para revisar y actualizar su equipo, o empezar un nuevo cultivo, siempre con vistas para mejorar la calidad de sus cosechas y sin dejar de lado la importancia de tratar el agua. En los últimos años y en la actualidad, estamos asistiendo a un aumento tanto de la oferta como de la calidad de los medios para el cultivo. Las tecnologías van evolucionando, los abonos y aditivos se van perfeccionando, y las técnicas se refinan.

Pero también mejora nuestro conocimiento de todos los procesos que participan en el crecimiento de una planta, lo cual nos permite aprovechar al máximo nuestros recursos para obtener el mejor resultado posible: la luz, el control de la humedad y la temperatura, la nutrición, la calidad del agua riego… No hay prácticamente ningún aspecto que el buen cultivador de cannabis no atienda con celo, pero quizás sea el asunto del agua, del que más factores determinantes para una cosecha óptima dependan.

¿Cómo debemos tratar el agua en nuestro cultivo?

El agua con la que regamos nuestras plantas y aplicamos nuestros nutrientes determinará un porcentaje enorme de la calidad final de los cogollos, y no sólo en términos de tamaño, aroma y propiedades, sino, y esto es muy importante en cualquier producto de consumo humano, de salubridad. Es decir, si queremos lograr un producto final sano y de calidad, deberemos prestar mucha atención a la calidad del agua de riego.

 

Regar o no regar: esa no es la cuestión

Ningún cultivador que aborde su próximo cultivo de interior se plantea si va a iluminar o no sus plantas, sino cómo: ¿empleará un equipo más versátil que pueda usar durante todo el desarrollo del cultivo, o en aras de lograr un resultado más refinado, empleará distintos equipos adaptados a cada fase? ¿Procurará el máximo ahorro energético, o se arriesgará a un sobrecoste apostando por un resultado mayor?

¿Por qué no aplicar el mismo principio al agua? Dado que la cuestión no es si debemos regar o no, el cultivador exigente deberá preguntarse: ¿cómo voy a tratar el agua de riego? Claro que, para responder esta pregunta, antes deberemos responder a la siguiente: ¿Qué hay en mi agua de riego?, ¿por qué debería tratar el agua con la que riego mis plantas? La respuesta depende fundamentalmente del origen de esa agua.

La situación ideal sería que, conociendo con precisión la composición del agua de nuestra fuente de riego, hubiésemos constatado que tiene una calidad aceptable en términos de electro conductividad (EC), pH, oxigenación, cantidad de sales disueltas, etc., para aplicarla directamente a nuestras plantas, sin necesidad de tratarla. Pero esta situación es extremadamente rara. El agua procede de tres fuentes fundamentales: la lluvia, aguas subterráneas y la red de agua corriente.

La lluvia

El agua de lluvia es, por lo general, un agua blanda y, recién caída, muy oxigenada, y por lo tanto ideal para el riego. No obstante, deberás tener en cuenta que sus mejores propiedades son efímeras y desaparecen en cuanto se almacena. Contiene más CO2 y nitrógeno que el agua común, lo que la hace ligeramente ácida. Estos, junto con el oxígeno, pasan a las plantas a través de la lluvia recién caída, lo que les proporciona un empujón de crecimiento.

Pero cuidado: dependiendo del lugar donde recojas el agua de lluvia, esta podrá contener diferentes trazas de elementos. Si vives en una gran ciudad, muy posiblemente el agua que recojas directamente de la lluvia contenga contaminantes arrastrados de la atmósfera. También en ciertas regiones ocurren con frecuencia calimas que ensucian el agua de lluvia y la cargan de elementos no deseables. Una opción para sedimentar estos elementos es dejarla reposar, pero de esta forma también eliminarás las propiedades que la hacen particularmente especial.

Cuando hablamos de cultivos de interior, la lluvia directa, cuya saturación hace que penetre mucho mejor en el suelo que el riego artificial, no es una opción. El almacenamiento como alternativa tiene sus contrapartidas: el agua pierde propiedades y, si no tenemos cuidado, puede estancarse o alcanzar temperaturas poco recomendables para el riego.

Aguas subterráneas

Usar directamente agua de un pozo sin conocer las sales que lleva es temerario. Las aguas subterráneas pueden tener muy diferentes composiciones, presentar sólidos que alteran su pH, además de contaminantes. Si, por la ubicación de tu cultivo no tienes alternativa, deberás encargar un análisis. Dependiendo las características del acuífero, convendrá repetir el análisis cada cierto tiempo.

Agua corriente del grifo

Si bien el agua corriente que sale del grifo está previamente filtrada, puede contener, en regiones de aguas duras, gran cantidad de sales disueltas que hacen que sus valores de EC y pH no sean apropiados para las plantas. Las instalaciones de fontanería antiguas también pueden añadir cal acumulada y otros elementos no deseados al agua corriente. Además, el agua corriente es comúnmente tratada con cloro, como una medida sanitaria necesaria para evitar la proliferación de virus y bacterias.

Como ya os contamos en esta entrada, si bien el cloro es fundamental en el sistema de agua corriente para garantizar que llega a tu grifo completamente estéril, a partir de ese punto puede convertirse en un gran enemigo del cultivador, sobre todo del cultivador orgánico. El cloro no distinguirá entre organismos beneficiosos y perjudiciales y eliminará los hongos beneficiosos de fertilizantes orgánicos y de estimuladores de cultivo. En algunas zonas del mundo también se añade flúor al agua. El flúor puede inhibir la fotosíntesis y la absorción del fósforo, produciendo daño a las hojas.

Metales pesados

Como vemos, las tres fuentes principales de agua tienen una desventaja común: la posibilidad de presentar elementos no deseados. Aunque el agua corriente es segura en términos de salubridad, puede, al igual que las aguas subterráneas y el agua de lluvia, corre el riesgo de estar contaminada con metales pesados.

El cannabis es un acumulador biológico: todo lo que le des lo incorporará a su biomasa y, si no puede transformarlo a través de sus procesos biológicos comunes, lo acumulará. La bioacumulación es una característica de los metales pesados. Estos pueden llegar a la planta a través de su cultivo en suelos contaminados, el empleo de fertilizantes de mala calidad… ¡o el agua!

El término “metales pesados” hace referencia a un conjunto de metales y algún semimetal que, sin ser esenciales, presentan un efecto tóxico en la materia viva. El cadmio (Cd), el mercurio (Hg), el arsénico (As), el cobre (Cu), el Cobalto (Co) y el plomo (Pb) entre otros, pueden acumularse en la planta y pasar al ser humano a través de su consumo.

Los metales pesados pueden inhibir el crecimiento de la planta, daños estructurales y estrés oxidativo, además de mal funciones en sus actividades fisiológicas y bioquímicas, afectando la fotosíntesis y el potencial hídrico de las hojas entre otras.

A pesar de que la planta dispone de mecanismos de resistencia frente a metales pesados, su exposición a ellos es siempre un riesgo, sobre todo teniendo en cuenta la posibilidad de su presencia en productos destinados al consumo humano. Los efectos de los metales pesados en el ser humano cubren un amplio espectro, desde dolores de cabeza a náuseas, pasando por insuficiencia metabólica y en casos de exposición prolongada o extrema, cáncer.

Conclusión

El mejor tratamiento es, sin duda, la prevención. Regar nuestras plantas con un agua cuya composición desconocemos no es muy diferente de emplear fertilizantes baratos que no tengan garantías.

Así pues, no se trata de si necesitas o no tratar el agua de riego. Se trata de qué sistema de tratamiento de agua necesitas: Filtración u Osmosis Inversa.

 

“Cultivadores profesionales dicen que se debe utilizar agua de calidad

EL CLORO EN EL AGUA: POR QUE SE AÑADE Y POR QUE DEBES ELIMINARLO
Publicado 12 julio, 2018

Seguramente más de una vez te haya pasado salir de la piscina con los ojos irritados. Quizás incluso, después de pasar mucho rato, hayas sentido que la piel comienza a picar. Ciertamente no es el agua la que produce estos efectos en nuestro cuerpo, sino que el responsable es un compuesto químico agregado como desinfectante: el cloro. Durante este artículo te invitamos a que tengas en mente esta cuestión: ¿regarías tus plantas con el agua de tu piscina?

¿Por qué se añade el cloro al agua?

El cloro es un compuesto que se añade al agua bajo la forma de hipoclorito de sodio. Este se disuelve y actúa destruyendo la membrana de las bacterias. En las piscinas municipales, debido a la gran cantidad de bañistas que puede haber, las cantidades de cloro suelen ser elevadas. Además, el hecho de que con el calor las bacterias se multipliquen, motiva en muchos casos el incremento de las cantidades utilizadas. Si bien, en ese contexto esto puede ser necesario para mantener la calidad bacteriológica, ¿nos hemos puesto a pensar en cómo el cloro puede afectar a nuestra salud? Después de todo, no está solo en las piscinas, sino en toda la red de agua corriente.

Así como en las piscinas es necesario mantener al agua limpia y libre de bacterias, también esto se hace con el agua de red. Es la última parte del proceso de purificación y gracias a su efecto residual, asegura que mientras fluye por conductos subterráneos o se acumula en un gigantesco depósito, no se forme moho o se contamine por organismos patógenos. Pero si sentimos sus efectos con solo estar un rato en la piscina, ¿cómo nos afecta el agua con cloro en nuestro día a día?

Efectos del cloro en la salud

El cloro tiene un efecto fuertemente irritante, y aún en concentraciones relativamente bajas, puede tener consecuencias negativas. El contacto con la piel y los ojos produce irritación, ardor y comezón. Si se inhala cloro puro es altamente tóxico: causa dolor en el pecho, vómitos, tos y alteraciones de la respiración. Si bien se encuentra en cantidades considerablemente reducidas y relativamente seguras para el consumo humano, incluso dentro de las cantidades permitidas, puede ocasionar daños en la piel y las vías respiratorias.

El cloro en el cultivo

Para los cultivadores, el agua con cloro también representa un problema. El cloro no discrimina entre los microorganismos nocivos y los microorganismos beneficiosos: simplemente mata toda la vida microscópica.

Para las plantas, sin embargo, mucha de esa vida es esencial ya que enriquece al sustrato e interactúa con la planta para que esta absorba mejor los nutrientes. Los principales de estos microorganismos son las micorrizas, unos hongos que viven en simbiosis con las raíces y les permiten no solo mejorar su absorción, sino que también las mantienen libres de patógenos y protegidas contra posibles invasiones. También las hacen más resistentes ante condiciones ambientales adversas.

Los abonos orgánicos

Los abonos orgánicos son ricos en esta vida microscópica, pero todo este aporte es completamente inútil si se riegan las plantas con agua clorada. Como hemos mencionado anteriormente, el cloro no es selectivo, mata todo por igual. Por eso, es todavía más importante no regar con agua con cloro cuando se utilizan insecticidas o pesticidas ecológicos, bio-estimulantes, protectores fúnguicos o bio-fertilizantes. La presencia del cloro en el agua de riego puede disminuir severamente la cosecha. Además, vuelve inservibles a los productos orgánicos que se utilicen en el cultivo o, en el mejor de los casos, afectar negativamente al sabor, aspecto y cualidades nutricionales del producto de cultivo.

Instalación de un equipo de filtración

¿Cómo eliminar el cloro en el agua?

Conscientes del problema que el cloro en el agua puede representar, muchos optan por dejar recipientes con agua con cloro al sol durante 24 horas, confiando en que dado que el cloro es volátil este se evaporará. Pero ¿qué tan seguro puede estarse de que esto es así? Sin una medición fiable, de laboratorio, es imposible saber a ciencia cierta que el cloro se ha ido, corriendo el riesgo de utilizar agua con cloro de todas formas.

¿Por qué, entonces, no utilizar un sistema fiable para eliminar el cloro? Lo mejor es filtrar el agua por un filtro de Carbón Activo en bloque, que además reduce o elimina otros contaminantes que puedan haber presentes en el agua.

En GrowMax Water todos nuestros equipos incluyen filtros de carbón en bloque de alta capacidad. Estos filtros están fabricados utilizando un carbón de coco de alto rendimiento, con más micro-poros que otros tipos de carbón. Consiguiendo un filtro único y con mayor capacidad de absorción que cualquier otro filtro del mercado.

Además, en consonancia con nuestro compromiso con la protección del medio ambiente, el carbón de coco de alto rendimiento de nuestros equipos está elaborado mediante un proceso patentado que reduce las emisiones de gases.

Nuestra gama de sistemas de filtración elimina hasta el 99% del cloro, al tiempo que brinda suficiente caudal de agua para su uso en el riego diario. Disponemos de cuatro modelos, cuyos caudales de agua son desde 240 L/h el más pequeño, hasta los 2.000 L/h.

 

Para concluir: el cloro puede ser necesario hasta que llega a tu casa, pero debes eliminarlo para tener una mejor calidad de agua para tí y para tu cultivo. ¡Tu cosecha te lo agradecerá!

5 RAZONES PARA BAJAR LA EC Y ELIMINAR EL CLORO DEL AGUA
Publicado 12 abril, 2018

Te presentamos 5 razones por las que es importante bajar la EC y eliminar el cloro del agua con la que riegas tus plantas.

¿Por qué debería eliminar el cloro del agua?

La horticultura es una actividad inherentemente humana que nos ha permitido evolucionar y sobrevivir como especie. Con miles de años de experiencia, sacando vida de casi cualquier suelo, más los enormes avances que el desarrollo de la ciencia ha ido introduciendo en los últimos años. Permitiéndonos  conocer mejor cómo optimizar y mejorar la calidad de los cultivos. Una parte fundamental de esto es nuestra comprensión para utilizar un agua de calidad y de la importancia de bajar la electro-conductividad (EC) y eliminar el cloro.

A ningún horticultor, desde el más tradicional hasta el mas técnico, se le escapa la importancia de la calidad del agua para su cultivo. Teniendo en cuenta no sólo que el agua constituye la mayoría del peso de una planta, sino que además, es el principal medio por el que podemos introducir, inadvertidamente, sustancias nocivas a nuestro cultivo. Pudiendo hacer enfermar a las plantas, reducir el rendimiento y calidad de las cosechas. Afectando a cuestiones tan básicas como el sabor o las propiedades nutricionales de un fruto.

¿Qué le estás dando de beber a tus plantas?

Cuando riegas tus plantas con agua corriente, no solo les estás aportando agua, sino toda una serie de químicos que, dependiendo de la región donde vivas, se presentarán en diferentes concentraciones. En regiones de aguas duras, como en el Levante español, abundan en el agua las sales con magnesio, calcio y potasio, además de sulfatos. Estas sales aumentan la electro-conductividad (EC). En regiones de aguas blandas, si bien no se da el problema de la excesiva concentración de sales, comparte con el agua corriente de las regiones de aguas duras la presencia del cloro.

5 razones por las que debería bajar la EC y eliminar el cloro del agua de riego

A continuación, te presentamos 5 razones por las que es importante bajar la EC y eliminar el cloro del agua con la que riegas tus plantas:

  • Mayor cantidad de nutrientes y mayor eficiencia nutricional. La electro-conductividad (EC) del agua nos proporciona una estimación de la cantidad de sales que hay en ella disueltas. Una planta puede admitir una concentración limitada de sales que, en valores de EC, oscila entre 1,4 y un 2,2 mS/cm dependiendo del tipo y la fase de desarrollo. Esto se debe a la capacidad de absorción de las raíces. Si le proporcionamos al cultivo un agua con 1,0 mS/cm, la cantidad de nutrientes que podremos darle a nuestra planta será de 0,4 a 1,2 mS/cm para alcanzar los valores máximos. Si por el contrario, le proporcionamos un agua con unos valores bajos de EC, la cantidad de nutrientes que podremos darle a nuestro cultivo será mucho mayor. Además, al partir de un agua pura, las plantas no absorberán ningún elemento indeseado, por lo que aumentaremos al 100% la eficiencia de los nutrientes y fertilizantes que le suministremos.
  • Al bajar la EC, obtenemos mayor salud radicular. Las aguas duras contienen una alta cantidad de sales minerales. Estas producen incrustaciones en las raíces, reduciendo su capacidad de absorción y afectando a la nutrición de la planta. De hecho, todas estas sales minerales, como por ejemplo la cal, el sodio, el magnesio entre otras, junto a los nutrientes que añadimos, pueden producir un efecto de saturación y bloqueo de las raíces que se conoce como “nutrient lockout”. Es decir, una incapacidad de la planta de absorber nutrientes, lo que generará su muerte si no se le pone remedio inmediatamente. Al reducir la EC del agua mejoraremos la salud de las raíces, evitando incrustaciones y el nutrient lockout, y podrán absorber con la máxima eficiencia los nutrientes que le suministremos.
  • Protección de microorganismos en abonos y extractos. Los abonos orgánicos contienen microorganismos beneficiosos que colaboran en la salud de la planta, manteniendo limpias las raíces, de forma que pueden usar toda su capacidad de absorción para la nutrición, o, en el caso de las micorrizas, incluso aumentándola. Estos microorganismos también protegen a la planta contra invasiones de hongos patógenos. Al emplear agua corriente para el riego, estamos matando estos microorganismos beneficiosos. La razón: el cloro. El químico desinfectante que se añade al agua corriente para garantizar su salubridad para el consumo humano. Impidiendo que se produzca la proliferación de algas y hongos en el interior de los tubos de suministro y en los depósitos de almacenamiento. Pero el cloro no es selectivo y, como desinfectante, elimina cualquier microorganismo. Por lo que al regar tus plantas con agua clorada, también estás matando los microorganismos que las benefician. Por esta misma razón, no deberías usar jamás agua con cloro si aplicas en tus cultivos extractos de microorganismos. Como insecticidas o pesticidas ecológicos, bio estimulantes, protectores fúnguicos o bio fertilizantes.
  • Mayor control general del cultivo y menos problemas. Al bajar la EC del agua, también conseguiremos mayor control total sobre nuestro cultivo. Por ejemplo, al reducir la concentración de sales, lograremos un pH más equilibrado y óptimo para las plantas. También, al suministrar un agua más pura, podremos detectar con mayor precisión el origen de cualquier problema que se dé en nuestro cultivo. Ya que sin esa batería de sales descontroladas que entran por el agua corriente, sabemos con exactitud qué nutrientes están recibiendo y en qué cantidades.
  • Mayor calidad y rendimiento del cultivo. Reducir la EC y eliminar el cloro repercutirá en una mayor calidad y rendimiento de tu cultivo. Si lo piensas bien, cuando riegas con un agua cuya composición desconoces, estás incorporando sustancias desconocidas a tu cultivo. Que acabarán en flores y frutos que después serán consumidos. De forma general, estarás afectando a la calidad de tu producto: a su sabor, a su aroma, a su aspecto y a sus valores nutricionales. Pero además estarás desaprovechando la capacidad de rendimiento del cultivo. Un cultivo que no ha podido aprovechar al 100% los nutrientes suministrados. O que ha recibido dosis erróneas de sales por haber sido regado con un agua con una EC elevada. O que no ha podido aprovechar los beneficios de los microorganismos de abonos y extractos al haber sido aniquilados por el cloro del agua. Te proporcionará una cosecha más reducida y de peor calidad.

Cultivo hidropónico

En resumen, el agua de calidad es el cimiento de una cosecha de calidad. Es un aspecto fundamental que repercute directamente en la salud y calidad de tu cultivo. Cuando riegues tus plantas hazte la pregunta: ¿qué les estoy dando realmente?, ¿por qué les daría un agua que ni yo mismo bebería?, ¿qué voy a hacer al respecto?

3 MOTIVOS PARA UTILIZAR OSMOSIS INVERSA CON TU HUMIDIFICADOR
Publicado 30 marzo, 2017

Sabemos que al utilizar osmosis inversa de GrowMax Water bajamos la EC del agua y conseguimos unas plantas más sanas y con producciones mayores, entre otros muchos beneficios. Pero ¿sabías que además de cuidar tus plantas, la osmosis inversa protege y alarga el funcionamiento de tu humidificador?

Osmosis inversa y humidificador

En el cultivo interior, el humidificador permite regular la cantidad de humedad en el aire de la habitación. Funciona añadiendo agua al tanque o depósito del aparato, la cual se evapora, humedeciendo el ambiente, para evitar que las plantas se marchiten y enfermen debido al ambiente seco.

Los equipos de osmosis inversa GrowMax Water bajan la EC del agua eliminando hasta el 95% de sales y metales pesados, así como eliminan el cloro. El resultado es un agua de calidad, pura y limpia de sales y químicos perfecta para tu humidificador y tus plantas por varias razones.

¿Cuales son los motivos por los que utilizar osmosis inversa con el humidificador

1. Al utilizar osmosis inversa evitamos la acumulación de cal en el depósito

Así como el agua dura provoca la acumulación de cal en nuestros grifos, lo mismo sucederá en el tanque del humidificador si lo llenamos con esta agua. Los restos de cal se acumularán en el interior del aparato, interfiriendo en su buen funcionamiento, ya que producirá menos vapor, y necesitará un mantenimiento y limpieza constantes.

Si el agua que utilizamos para llenarlo es de osmosis, garantizamos un mejor mantenimiento y una mayor capacidad de vaporización del aparato, alargando además su vida útil, ya que no habrá incrustación de cal.

2. Al utilizar osmosis inversa conseguimos vapor de agua de calidad

Al utilizar agua libre de sales, con una EC baja, para llenar el depósito del humidificador, no sólo evitamos la incrustación de cal en el interior del aparato, sino que también garantizamos un vapor de agua de calidad, libre de cal y otras sales disueltas en el agua. De esta forma, la humedad del ambiente también será de calidad.

3. Al utilizar osmosis inversa protegemos nuestras plantas

Produciendo vapor de agua de calidad, evitamos problemas en las hojas de las plantas, ya que éstas estarán a salvo de los efectos de la cal y otras sales disueltas. También protegemos las raíces, que no se obstruirán por acumulación de sales como la cal.

 

Teniendo en cuenta estos tres motivos, nuestros equipos de ósmosis inversa serán el mejor aliado para tu humidificador, ya que al mismo tiempo que te ayudan a cuidar de tus plantas con la mejor calidad de agua posible, también alargarán la vida útil del aparato.

Otros usos de la osmosis inversa

Además de utilizar agua de osmosis inversa con el humidificador, también se recomienda utilizar agua osmotizada si hay un descalcificador instalado. Estos aparatos no eliminan el calcio y magnesio, sino que los convierten en Sodio, a veces a niveles tóxicos. Si el sodio supera los 50 ppm, las plantas no podrán llegar a su potencial genético.

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COMO ESTABILIZAR LOS NIVELES DE PH DEL AGUA PARA REGAR
Publicado 28 noviembre, 2016

El pH indica el grado de acidez o de alcalinidad del agua a partir del cálculo de la concentración de iones de hidrógeno. Los ácidos fuertes tienen altas concentraciones de iones de hidrógeno, y los ácidos débiles tienen concentraciones bajas. Las plantas, como las personas, tienen variaciones de pH, pero sin el valor adecuado pueden verse expuestas a problemas de salud como plagas o virus, que influirán en su correcto crecimiento. Estabilizar los niveles de pH del agua, nos ayudará a obtener unas plantas más sanas y fuertes.

Para entender el pH es importante tener en cuenta la acidez. La cual determina la capacidad de absorción y solubilidad de muchas sustancias nutritivas. El pH varía de 0 a 14, de manera que un agua con un valor de pH inferior a 7 se considera un agua ácida, mientras que una con un valor superior a 8, se considera un agua alcalina. Un valor de pH de 7 se considera neutro.

Niveles de pH del agua

Los niveles de pH del agua con la que regamos, alteran también el pH del sustrato. El pH del agua del grifo acostumbra a ser en la mayoría de zonas superior a 7, especialmente en los núcleos urbanos, ya que contiene más cal. El valor recomendado para cualquier tipo de cultivo, varía entre 6,5 y 7,5. Por lo que un valor mucho más bajo o elevado puede ser perjudicial para las plantas.

Con un pH demasiado bajo (por debajo de 4), y por lo tanto más ácido, las raíces de las plantas pueden quedar dañadas. Por otro lado, algunos nutrientes se disuelven más fácilmente con estos valores de pH y son absorbidos por la plantas con mayor facilidad, hecho que puede provocar un exceso de absorción de aluminio y hierro, y carencia de otros componentes esenciales como magnesio, potasio o fósforo.

Con un pH bajo, los metales pesados pueden llegar a causar necrosis a las plantas, ya que son absorbidos también en mayor cantidad.

Un agua con un pH alto también tiene efectos dañinos para las plantas, ya que con más alcalinidad, los nutrientes en general no se disuelven tan fácilmente. Esto puede provocar deficiencia de nutrientes en las plantas y por lo tanto, problemas en su desarrollo (plantas que no crecen, hojas que no llegan a salir…)

Cómo estabilizar los niveles de pH

Mediante un medidor de pH podemos medir la concentración de hidrógenos presentes en el agua. Una vez conozcamos el valor del pH que tenemos, podremos regularlo mediante determinados productos ácidos/alcalinos, los cuales añadiremos a la solución de nutrientes que les damos a las plantas.

Aunque una solución muy cómoda es usar agua osmotizada para regar ¿por qué?

El agua de ósmosis tiene un pH de 6,5 aproximadamente. Si usamos este tipo de agua, sabremos cual es siempre nuestro nivel de pH, lo que nos ayudará a la hora de regar nuestras plantas. Además de tener siempre el mismo valor de pH, tendremos un agua libre de químicos (sin cloro), sales y metales pesados, es decir, con una EC baja. Usando un agua de calidad nos garantizaremos unas plantas más sanas y protegidas de posibles enfermedades y problemas de crecimiento.

Conoce otras ventajas de utilizar un agua de calidad y ¡lleva tus cultivos al máximo con GrowMax Water!