Filtros de agua para cultivos hidropónicos y el riego de plantas y jardines

5 RAZONES PARA BAJAR LA EC Y ELIMINAR EL CLORO DEL AGUA
Publicado 12 abril, 2018

Te presentamos 5 razones por las que es importante bajar la EC y eliminar el cloro del agua con la que riegas tus plantas.

¿Por qué debería eliminar el cloro del agua?

La horticultura es una actividad inherentemente humana que nos ha permitido evolucionar y sobrevivir como especie. Con miles de años de experiencia, sacando vida de casi cualquier suelo, más los enormes avances que el desarrollo de la ciencia ha ido introduciendo en los últimos años. Permitiéndonos  conocer mejor cómo optimizar y mejorar la calidad de los cultivos. Una parte fundamental de esto es nuestra comprensión para utilizar un agua de calidad y de la importancia de bajar la electro-conductividad (EC) y eliminar el cloro.

A ningún horticultor, desde el más tradicional hasta el mas técnico, se le escapa la importancia de la calidad del agua para su cultivo. Teniendo en cuenta no sólo que el agua constituye la mayoría del peso de una planta, sino que además, es el principal medio por el que podemos introducir, inadvertidamente, sustancias nocivas a nuestro cultivo. Pudiendo hacer enfermar a las plantas, reducir el rendimiento y calidad de las cosechas. Afectando a cuestiones tan básicas como el sabor o las propiedades nutricionales de un fruto.

¿Qué le estás dando de beber a tus plantas?

Cuando riegas tus plantas con agua corriente, no solo les estás aportando agua, sino toda una serie de químicos que, dependiendo de la región donde vivas, se presentarán en diferentes concentraciones. En regiones de aguas duras, como en el Levante español, abundan en el agua las sales con magnesio, calcio y potasio, además de sulfatos. Estas sales aumentan la electro-conductividad (EC). En regiones de aguas blandas, si bien no se da el problema de la excesiva concentración de sales, comparte con el agua corriente de las regiones de aguas duras la presencia del cloro.

5 razones por las que debería bajar la EC y eliminar el cloro del agua de riego

A continuación, te presentamos 5 razones por las que es importante bajar la EC y eliminar el cloro del agua con la que riegas tus plantas:

  • Mayor cantidad de nutrientes y mayor eficiencia nutricional. La electro-conductividad (EC) del agua nos proporciona una estimación de la cantidad de sales que hay en ella disueltas. Una planta puede admitir una concentración limitada de sales que, en valores de EC, oscila entre 1,4 y un 2,2 mS/cm dependiendo del tipo y la fase de desarrollo. Esto se debe a la capacidad de absorción de las raíces. Si le proporcionamos al cultivo un agua con 1,0 mS/cm, la cantidad de nutrientes que podremos darle a nuestra planta será de 0,4 a 1,2 mS/cm para alcanzar los valores máximos. Si por el contrario, le proporcionamos un agua con unos valores bajos de EC, la cantidad de nutrientes que podremos darle a nuestro cultivo será mucho mayor. Además, al partir de un agua pura, las plantas no absorberán ningún elemento indeseado, por lo que aumentaremos al 100% la eficiencia de los nutrientes y fertilizantes que le suministremos.
  • Al bajar la EC, obtenemos mayor salud radicular. Las aguas duras contienen una alta cantidad de sales minerales. Estas producen incrustaciones en las raíces, reduciendo su capacidad de absorción y afectando a la nutrición de la planta. De hecho, todas estas sales minerales, como por ejemplo la cal, el sodio, el magnesio entre otras, junto a los nutrientes que añadimos, pueden producir un efecto de saturación y bloqueo de las raíces que se conoce como “nutrient lockout”. Es decir, una incapacidad de la planta de absorber nutrientes, lo que generará su muerte si no se le pone remedio inmediatamente. Al reducir la EC del agua mejoraremos la salud de las raíces, evitando incrustaciones y el nutrient lockout, y podrán absorber con la máxima eficiencia los nutrientes que le suministremos.
  • Protección de microorganismos en abonos y extractos. Los abonos orgánicos contienen microorganismos beneficiosos que colaboran en la salud de la planta, manteniendo limpias las raíces, de forma que pueden usar toda su capacidad de absorción para la nutrición, o, en el caso de las micorrizas, incluso aumentándola. Estos microorganismos también protegen a la planta contra invasiones de hongos patógenos. Al emplear agua corriente para el riego, estamos matando estos microorganismos beneficiosos. La razón: el cloro. El químico desinfectante que se añade al agua corriente para garantizar su salubridad para el consumo humano. Impidiendo que se produzca la proliferación de algas y hongos en el interior de los tubos de suministro y en los depósitos de almacenamiento. Pero el cloro no es selectivo y, como desinfectante, elimina cualquier microorganismo. Por lo que al regar tus plantas con agua clorada, también estás matando los microorganismos que las benefician. Por esta misma razón, no deberías usar jamás agua con cloro si aplicas en tus cultivos extractos de microorganismos. Como insecticidas o pesticidas ecológicos, bio estimulantes, protectores fúnguicos o bio fertilizantes.
  • Mayor control general del cultivo y menos problemas. Al bajar la EC del agua, también conseguiremos mayor control total sobre nuestro cultivo. Por ejemplo, al reducir la concentración de sales, lograremos un pH más equilibrado y óptimo para las plantas. También, al suministrar un agua más pura, podremos detectar con mayor precisión el origen de cualquier problema que se dé en nuestro cultivo. Ya que sin esa batería de sales descontroladas que entran por el agua corriente, sabemos con exactitud qué nutrientes están recibiendo y en qué cantidades.
  • Mayor calidad y rendimiento del cultivo. Reducir la EC y eliminar el cloro repercutirá en una mayor calidad y rendimiento de tu cultivo. Si lo piensas bien, cuando riegas con un agua cuya composición desconoces, estás incorporando sustancias desconocidas a tu cultivo. Que acabarán en flores y frutos que después serán consumidos. De forma general, estarás afectando a la calidad de tu producto: a su sabor, a su aroma, a su aspecto y a sus valores nutricionales. Pero además estarás desaprovechando la capacidad de rendimiento del cultivo. Un cultivo que no ha podido aprovechar al 100% los nutrientes suministrados. O que ha recibido dosis erróneas de sales por haber sido regado con un agua con una EC elevada. O que no ha podido aprovechar los beneficios de los microorganismos de abonos y extractos al haber sido aniquilados por el cloro del agua. Te proporcionará una cosecha más reducida y de peor calidad.

Cultivo hidropónico

En resumen, el agua de calidad es el cimiento de una cosecha de calidad. Es un aspecto fundamental que repercute directamente en la salud y calidad de tu cultivo. Cuando riegues tus plantas hazte la pregunta: ¿qué les estoy dando realmente?, ¿por qué les daría un agua que ni yo mismo bebería?, ¿qué voy a hacer al respecto?

COMO ESTABILIZAR LOS NIVELES DE PH DEL AGUA PARA REGAR
Publicado 28 noviembre, 2016

El pH indica el grado de acidez o de alcalinidad del agua a partir del cálculo de la concentración de iones de hidrógeno. Los ácidos fuertes tienen altas concentraciones de iones de hidrógeno, y los ácidos débiles tienen concentraciones bajas. Las plantas, como las personas, tienen variaciones de pH, pero sin el valor adecuado pueden verse expuestas a problemas de salud como plagas o virus, que influirán en su correcto crecimiento. Estabilizar los niveles de pH del agua, nos ayudará a obtener unas plantas más sanas y fuertes.

Para entender el pH es importante tener en cuenta la acidez. La cual determina la capacidad de absorción y solubilidad de muchas sustancias nutritivas. El pH varía de 0 a 14, de manera que un agua con un valor de pH inferior a 7 se considera un agua ácida, mientras que una con un valor superior a 8, se considera un agua alcalina. Un valor de pH de 7 se considera neutro.

Niveles de pH del agua

Los niveles de pH del agua con la que regamos, alteran también el pH del sustrato. El pH del agua del grifo acostumbra a ser en la mayoría de zonas superior a 7, especialmente en los núcleos urbanos, ya que contiene más cal. El valor recomendado para cualquier tipo de cultivo, varía entre 6,5 y 7,5. Por lo que un valor mucho más bajo o elevado puede ser perjudicial para las plantas.

Con un pH demasiado bajo (por debajo de 4), y por lo tanto más ácido, las raíces de las plantas pueden quedar dañadas. Por otro lado, algunos nutrientes se disuelven más fácilmente con estos valores de pH y son absorbidos por la plantas con mayor facilidad, hecho que puede provocar un exceso de absorción de aluminio y hierro, y carencia de otros componentes esenciales como magnesio, potasio o fósforo.

Con un pH bajo, los metales pesados pueden llegar a causar necrosis a las plantas, ya que son absorbidos también en mayor cantidad.

Un agua con un pH alto también tiene efectos dañinos para las plantas, ya que con más alcalinidad, los nutrientes en general no se disuelven tan fácilmente. Esto puede provocar deficiencia de nutrientes en las plantas y por lo tanto, problemas en su desarrollo (plantas que no crecen, hojas que no llegan a salir…)

Cómo estabilizar los niveles de pH

Mediante un medidor de pH podemos medir la concentración de hidrógenos presentes en el agua. Una vez conozcamos el valor del pH que tenemos, podremos regularlo mediante determinados productos ácidos/alcalinos, los cuales añadiremos a la solución de nutrientes que les damos a las plantas.

Aunque una solución muy cómoda es usar agua osmotizada para regar ¿por qué?

El agua de ósmosis tiene un pH de 6,5 aproximadamente. Si usamos este tipo de agua, sabremos cual es siempre nuestro nivel de pH, lo que nos ayudará a la hora de regar nuestras plantas. Además de tener siempre el mismo valor de pH, tendremos un agua libre de químicos (sin cloro), sales y metales pesados, es decir, con una EC baja. Usando un agua de calidad nos garantizaremos unas plantas más sanas y protegidas de posibles enfermedades y problemas de crecimiento.

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COMO EVITAR UN EXCESO DE NUTRIENTES EN LAS PLANTAS
Publicado 8 julio, 2016

Con una EC alta, el agua contiene una  elevada cantidad de calcio y magnesio,  que junto con las dosis de nutrientes que añadimos, pueden bloquear o saturar las raíces de nuestras plantas.  Este efecto es conocido como un exceso de nutrientes en las plantas o “Nutrient Lockout”.

Efectos del exceso de nutrientes en las plantas

Como consecuencia a un exceso de nutrientes en las plantas, estas mostrarán síntomas como hojas más amarillas, un crecimiento más lento, o incluso pueden llegar a morir, ya que al estar las raíces bloqueadas, no estarán absorbiendo  los nutrientes necesarios.

Y es que nuestras plantas necesitan para crecer calcio y magnesio, pero en las cantidades adecuadas. Estos minerales, que sirven de nutrientes para los cultivos,  los encontramos disueltos en el agua, el problema es que no podemos saber en qué medida.  Solamente podemos medir el conjunto de minerales disueltos mezclados, mediante la electro-conductividad (EC), pero sin especificar la cantidad concreta de cada uno.

Si el agua tiene una EC elevada y además le añades calcio y magnesio, lo más probable es que las raíces se bloqueen por un exceso de nutrientes, y por lo tanto, no puedan seguir absorbiendo más alimento.

Osmosis inversa para evitar el exceso de nutrientes en las plantas

Para evitar estos problemas, los cultivadores prefieren empezar a regar con agua pura (limpia de sales y minerales disueltos). De esta forma saben exactamente  la cantidad de nutrientes que les pueden dar a las plantas.

Tengamos  en cuenta que las plantas pueden llegar a admitir hasta un 1,4 o hasta 2,2 de EC, según su genética y fase del cultivo. Cuanto más elevada sea la EC de tu agua, menos nutrientes podrás añadir al cultivo. Por ejemplo, si el agua con la que riegas tiene una EC de 1,0 solamente podrás añadir nutrientes hasta 0,4 o 1,2 para alcanzar los niveles máximos. No obstante, si empiezas con un agua pura de 0,2 o incluso 0,0 EC, podrás añadir a tus plantas la cantidad exacta de nutrientes que necesitan.

Con un sistema de osmosis inversa garantizarás que tu agua esté libre de sales y metales pesados hasta en un 95%, y libre de cloro hasta un 99%, evitando así los problemas de un exceso de nutrientes.

 

CONSECUENCIAS DE REGAR CON AGUA DURA
Publicado 3 septiembre, 2015

Regar con agua dura no es recomendable, ya que tiene consecuencias muy negativas sobre las plantas. Si queremos que nuestro cultivo crezca sano y al máximo de sus posibilidades, es importante hacerlo con agua pura y de calidad

¿Qué es regar con agua dura?

Es aquella que tiene una alta cantidad de sales, sobre todo de calcio y magnesio, o lo que todos conocemos como la CAL. La formación de la CAL es un problema para las plantas y sus raíces. El Fosfato de Calcio, del que están hechos nuestros huesos, no es soluble en el agua. El Fosfato de Calcio a menudo se precipita de las soluciones nutrientes en forma de Cal. Cuando se forman incrustaciones de cal en las raíces de las plantas, estas no pueden absorber los nutrientes como calcio, magnesio, fósforo y otras sales que añadimos a nuestros abonos.

Además, si el agua es excesivamente dura, o un análisis muestra niveles tóxicos de elementos como sodio, boro, nitritos o nitratos, el agua debería ser filtrada por un sistema de osmosis inversa. 

Osmosis inversa para reducir la dureza del agua

Cuando usamos nuestro medidor de EC sabemos la cantidad de sales disueltas en el agua, pero en un agua dura, no sabemos en qué niveles están cada una de ellas.

Sin embargo, la mayoría de los cultivadores prefieren simplificar el proceso y obtener un agua limpia y pura utilizando un sistema de Osmosis Inversa, para eliminar hasta el 95% de los minerales en el agua. Por lo tanto, si utilizas agua de osmosis todos los elementos esenciales que le des a tus plantas, serán los que vienen de los nutrientes y fertilizantes que usas, y no del agua del grifo, creando así un perfecto equilibrio para el crecimiento de tus plantas. 

También se recomienda utilizar un sistema de osmosis si hay un descalcificador instalado.  Estos no eliminan el calcio y magnesio, sino que los convierten en Sodio, a veces a niveles tóxicos. Si el sodio supera los 50 ppm, las plantas no podrán llegar a su potencial genético.

El agua de osmosis inversa también es perfecta para añadir a tu depósito y reemplazar el agua perdida por la evaporación, sin añadir minerales no deseados presentes en el agua de grifo. Los expertos saben que si un análisis demuestra un solo elemento acercando niveles tóxicos, un equipo de Osmosis Inversa es imprescindible.

CAL INCRUSTADA DENTRO DE